Liturgia.
Definición
etimológica de la palabra “liturgia”.
La
palabra liturgia viene de una palabra del griego (LEITOUR-GÍA), que
originalmente significa "obra o quehacer público" para
indicar un servicio público del pueblo y a favor del pueblo. En la tradición
cristiana, la palabra "liturgia" significa que el pueblo de Dios toma
parte en la "obra de Dios" (Jn 17,4).
La
palabra "liturgia" en el Nuevo Testamento es empleada para designar
no solamente la celebración del culto divino (Hech 13, 2; Le 1, 23), sino
también el anuncio del Evangelio (Rom 15, 16; Fil 2, 24-27. 30) y la caridad en
acto (Rom 15, 24; 2 Cor 9, 12; Fil 2, 25).
La
Iglesia, en el Vaticano II, al reflexionar sobre ella misma y su misión en el
mundo, nos dice: "la liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad
de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su
fuerza" (SC 10). La Iglesia no sólo actúa, sino que se expresa también en
la liturgia, vive de la liturgia y saca de la liturgia las fuerzas para la
vida.
¿Qué
es la liturgia?
La
liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo en su Iglesia
hoy, a través de signos sensibles, con los que el hombre da gloria a
Dios y se santifica en comunidad.
Nota:
La reglamentación de la sagrada Liturgia es de competencia exclusiva de la
autoridad eclesiástica; ésta reside en la Sede Apostólica y, en la medida que
determine la ley, en el Obispo. En virtud del poder concedido por el derecho la
reglamentación de las cuestiones litúrgicas corresponde también, dentro de los
límites establecidos, a las competentes asambleas territoriales de Obispos de
distintas clases, legítimamente constituidos. Por lo mismo, nadie, aunque sea sacerdote, añada, quite o cambie cosa
alguna por iniciativa propia en la Liturgia.