viernes, 20 de diciembre de 2019


 

Liturgia.


Definición etimológica de la palabra “liturgia”.


La palabra liturgia viene de una palabra del griego (LEITOUR-GÍA), que originalmente significa "obra o  quehacer público" para indicar un servicio público del pueblo y a favor del pueblo. En la tradición cristiana, la palabra "liturgia" significa que el pueblo de Dios toma parte en la "obra de Dios" (Jn 17,4).


La palabra "liturgia" en el Nuevo Testamento es empleada  para designar no solamente la celebración del culto divino (Hech 13, 2; Le 1, 23), sino también el anuncio del Evangelio (Rom 15, 16; Fil 2, 24-27. 30) y la caridad en acto (Rom 15, 24; 2 Cor 9, 12;  Fil 2, 25).


La Iglesia, en el Vaticano II, al reflexionar sobre ella misma y su misión en el mundo, nos dice: "la liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda  su fuerza" (SC 10). La Iglesia no sólo actúa, sino que se expresa también en la liturgia, vive de la liturgia y saca de la liturgia las fuerzas para la vida.


¿Qué es la liturgia?  


La liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo en su Iglesia hoy, a través de signos sensibles, con los que el hombre da gloria a Dios y se santifica en comunidad.


Nota: La reglamentación de la sagrada Liturgia es de competencia exclusiva de la autoridad eclesiástica; ésta reside en la Sede Apostólica y, en la medida que determine la ley, en el Obispo. En virtud del poder concedido por el derecho la reglamentación de las cuestiones litúrgicas corresponde también, dentro de los límites establecidos, a las competentes asambleas territoriales de Obispos de distintas clases, legítimamente constituidos. Por lo mismo, nadie, aunque sea sacerdote, añada, quite o cambie cosa alguna por iniciativa propia en la Liturgia.