lunes, 9 de enero de 2023


"Alaben al Señor que la música es buena, nuestro Dios merece una alabanza armoniosa"

(Sal 147, 1)

Con esta frase de este Salmo, quiero poner en manos de todos ustedes -que nos siguen a través de este medio- algunos tip's, consejos, sugerencias, orientaciones, pastorales en referencia a la Música Liturgia (Canto Litúrgico), que te ayudarán a ti, que te gusta guiar con el canto, la asamblea reunida, celebrando la Fe en la Santa Misa, y así prestar un mejor servicio, ya que la Iglesia siempre ha promovido todo lo referente a la música sagrada y al canto, dando normas adecuadas, estimulando, y en ocasiones, interviniendo para evitar desviaciones o corregir abusos litúrgicos que en ocasiones se comenten por no tener una formación litúrgica adecuada.

 

El Concilio Vaticano ii nos menciona que la finalidad de la música litúrgica (sacra) es: “La gloria de Dios y la santificación de los fieles”. (SC. 112)

 

Es necesario en todo momento elevar nuestro canto a Dios y no a nosotros mismos, con eso damos realmente gloria a nuestro Dios que conoce nuestros corazones y ve nuestra verdadera intención. A su vez, debemos ser verdaderos ministros del canto y ser realmente servidores del pueblo de Dios para llevarlos a la santidad por medio de la participación activa dentro de los actos litúrgicos.

 

También nos dice: “Dese también una genuina educación litúrgica a los compositores y cantores”. (SC. 115) De aquí la importancia de aprender,  por lo menos, los principios básicos de la Liturgia, sobre todo dentro de la Misa, que es el acto litúrgico en el que frecuentemente servimos.

 

La mejor música nace de un corazón humilde (Sal. 51, 16-19), un corazón que reconoce la grandeza de Dios, que fuera de Él no hay otro, y lo expresa con cantos. Los que son guiados por el Espíritu Santo y viven los criterios del Evangelio, pueden ofrecer a Dios la mejor música, con su canto o tocando algún instrumento, pero sobre todo respaldando su fe con el testimonio de su vida, ya que "de lo que habla la boca está lleno el corazón". 

 

San Agustín decía: ¿Quieres alabar de verdad al Señor? Sé tú mismo el canto que vas a cantar. Qué hermoso resulta ver los coros parroquiales que cantan, poniendo el corazón en los labios; que participan con fe en la eucaristía y se acercan a comulgar alimentándose de ese mismo Jesús al que cantan. De esta manera el coro ayuda a la Asamblea reunida a caminar hacia la perfección a través del canto.

 

Tengo la confianza en el Señor nuestro Dios, que estas consideraciones tomadas en cuenta y con la práctica, ayudarán a que nuestras celebraciones litúrgicas, sean más dignas. Agradezco a cada uno de ustedes por visitar este blog, por seguirnos, por suscribirse. Que Dios nuestro Padre, el Señor Jesús y María Santísima te recompensen, por lo que haces durante el servicio en la Asamblea Litúrgica reunida y que llenen de paz y alegría tu corazón. Que así sea. 



Padre Santiago