"Alaben al Señor que la música es buena, nuestro Dios merece una alabanza armoniosa"
(Sal 147, 1)
Con esta frase de
este Salmo, quiero poner en manos de todos ustedes -que nos siguen a través
de este medio- algunos tip's, consejos, sugerencias, orientaciones, pastorales
en referencia a la Música Liturgia (Canto Litúrgico), que te ayudarán a ti, que
te gusta guiar con el canto, la asamblea reunida, celebrando la Fe en la Santa
Misa, y así prestar un mejor servicio, ya que la
Iglesia siempre ha promovido todo lo referente a la música sagrada y al canto,
dando normas adecuadas, estimulando, y en ocasiones, interviniendo para evitar
desviaciones o corregir abusos litúrgicos que en ocasiones se comenten por no
tener una formación litúrgica adecuada.
El Concilio
Vaticano ii nos menciona que la finalidad de la música litúrgica (sacra) es: “La gloria de Dios y la santificación de
los fieles”. (SC. 112)
Es necesario en
todo momento elevar nuestro canto a
Dios y no a nosotros mismos, con eso damos realmente gloria a
nuestro Dios que conoce nuestros corazones y ve nuestra verdadera intención. A
su vez, debemos ser verdaderos ministros del canto y ser realmente servidores
del pueblo de Dios para llevarlos a la santidad por medio de la participación
activa dentro de los actos litúrgicos.
También nos
dice: “Dese también una genuina
educación litúrgica a los compositores y cantores”. (SC. 115) De aquí la
importancia de aprender, por lo menos,
los principios básicos de la
Liturgia, sobre todo dentro de la Misa,
que es el acto litúrgico en el que frecuentemente servimos.
La mejor música
nace de un corazón humilde (Sal. 51, 16-19), un corazón que reconoce la
grandeza de Dios, que fuera de Él no hay otro, y lo expresa con cantos. Los
que son guiados por el Espíritu Santo y viven los criterios del Evangelio,
pueden ofrecer a Dios la mejor música, con su canto o tocando algún instrumento,
pero sobre todo respaldando su fe con el testimonio de su vida, ya que "de
lo que habla la boca está lleno el corazón".
San Agustín decía:
¿Quieres alabar de verdad al Señor? Sé tú mismo el canto que vas a
cantar. Qué hermoso resulta ver los coros parroquiales que cantan, poniendo
el corazón en los labios; que participan con fe en la eucaristía y se acercan a
comulgar alimentándose de ese mismo Jesús al que cantan. De esta manera el coro
ayuda a la Asamblea reunida a caminar hacia la perfección a través del canto.
Tengo la confianza
en el Señor nuestro Dios, que estas consideraciones tomadas en cuenta y con la práctica,
ayudarán a que nuestras celebraciones litúrgicas, sean más dignas. Agradezco a
cada uno de ustedes por visitar este blog, por seguirnos, por suscribirse. Que
Dios nuestro Padre, el Señor Jesús y María Santísima te recompensen, por lo que
haces durante el servicio en la Asamblea Litúrgica reunida y que llenen de paz
y alegría tu corazón. Que así sea.
Padre Santiago